Era una noche despejada, las estrellas visibles, iban a ser
testigos de una fatídica pesadilla. Salió con sus amigas como cualquier día,
con el único propósito de pasárselo bien, no sabía que sería un día que jamás olvidaría. Se
encaminaron hacia un descampado donde un amigo celebraba un cumpleaños, mientras
se podía notar en el aire un ambiente extraño fuera de lo normal. Acabada la
fiesta, decidió marcharse andando en vez de ir con sus amigas, un error que lo
pagaría caro. Deambulaba camino a casa por una calle solitaria que le hacía
sentir un poco de miedo, pero siguió caminando bajo la tenue luz que
proporcionaban las farolas…de repente una sombra surgió de dentro de la
oscuridad, la chica se detuvo y comenzó a andar en otra dirección pero le
cortaron el paso dos sombras más, forcejeó hasta quedarse sin fuerzas y
desvanecerse en el suelo. Se le heló la sangre al comprobar cuales eran sus
propósitos, gritó hasta quedarse sin voz, uno de los
hombres le puso un cuchillo entre los dientes al grito de “pide ayuda, pide” y
mientras las lágrimas caían por sus mejillas, la sangre brotaba de su boca
hasta perder la consciencia y sumergirse en un mundo de oscuridad.
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