Last Breath

Los sonidos de la máquina retumbaban en una habitación en la que el silencio predominaba, unos sonidos considerados como la última esperanza de un alma que reside en un cuerpo inmóvil. Ajeno al paso del tiempo y al mundo del exterior, en una lucha permanente por la supervivencia, contra un enemigo implacable y mortal, que no dudará en arrebatarle todo en el momento en que se rinda. A medida que pasa el tiempo, los sonidos se van ralentizando poco a poco, prediciendo el fatal desenlace, los recuerdos se evaporan dolorosamente; mientras tanto, el exterior es el reflejo del daño que siente el interior, un espasmo produjo que una lágrima se precipitara por su mejilla, como si fuera su manera de despedirse. La habitación se torna en un tono oscuro, su mente comienza a apagarse como si de una máquina se tratase, los sonidos cada vez más débiles acabaron desapareciendo, hasta convertirse en un sonido continuado que significó el fin de su lucha.